Lección 2015: ¿Se puede hablar de Dios en el contexto de la ciencia contemporánea?
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Una sencilla mirada a la sección de libros de divulgación científica en una librería de nuestras ciudades nos mostraría hoy que no pocos libros llevan en su cubierta la palabra «Dios». En las obras en inglés, en el índice sistemático por conceptos, el término God ha conquistado ya un espacio propio entre otros términos como General Relativity y Grand Unified Theory. A pesar de que parte de este fenómeno, como ya admiten algunos autores, se deba a que las Big Questions atraen todavía hoy al público –la preguntas acerca de si el universo tiene un Creador y si la vida tiene su origen en Dios son, precisamente, ejemplos de estas grandes preguntas–, resulta significativo que la noción de Dios llegue a ser objeto de debate en un terreno, la ciencia, donde no lo esperaríamos. No obstante, ya Albert Einstein hace algunos años nos había puesto sobre aviso al afirmar que él no estaba interesado en un fenómeno particular o en el significado de una línea concreta de un espectro de luz; lo que le atraía era llegar a saber cómo Dios había creado el mundo. Algunos pensadores han observado que la «cuestión de Dios», ignorada por la filosofía del siglo xx porque la consideraba una pregunta demasiado comprometida en un clima de pensamiento débil y relativista como el que estamos viviendo, vuelve a surgir inesperadamente en la ciencia. El fenómeno, sin embargo, se ha de valorar rectamente, superando su ambigüedad: algunos científicos (o los que divulgan sus descubrimientos) están en efecto convencidos, como Paul Davies, de que la ciencia nos ofrece hoy caminos hacia Dios más fiables que los ofrecidos por las religiones; otros en cambio, como Stephen Hawking, están convencidos de que la ciencia contemporánea puede mostrar con facilidad que el universo no necesita de ningún Creador. ¿Cómo compaginar estas concepciones tan diferentes? Puede también valer la pena recordar cuáles son los terrenos de la investigación científica, o cuáles son las reflexiones desarrolladas a partir de ella, que hacen referencia hoy a la noción de Dios, o a nociones equivalentes (Creador, Absoluto, Entendimiento, Ordenador, etc.), para afirmarla o para negarla. Esta noción parece surgir en tres áreas principales: a) el problema del origen de la realidad física, sobre todo en cosmología; b) la pregunta relativa a la inteligibilidad de la naturaleza y al origen de las leyes naturales, y por tanto su relación con la matemática y las ciencias naturales; c) el debate sobre la posibilidad para las ciencias de afirmar o negar la existencia de una finalidad en la naturaleza, como sucede en biología a propósito del debate sobre los «motores» de la evolución o sobre el Intelligent Design, o también en cosmología, cuando se exponen las tesis del Principio Antrópico. En esta Lección procuraremos examinar más de cerca los motivos filosóficos del por qué el tema de Dios vuelve a estar en el centro del debate en el contexto científico, porque nos preguntaremos si, en este contexto, la noción de Dios Creador tiene un significado o, por el contrario, si no lo tiene en absoluto. Un autor como Mariano Artigas fue particularmente sensible, en sus escritos, al tema que ahora nos interesa y deseamos tratar de empezar como hubiera hecho él, es decir, aclarando en primer lugar cuáles son nuestros criterios epistemológicos.
(1) Cfr. Summa theologiae, I, q. 2, a. 3.
(2) M. Artigas, The Mind of the Universe, Templeton Foundation Press, Radnor 2000, p. xix.
(3) P. Davies, Dio e la nuova física, Mondadori, Milano 2002, p. 298. (La traducción es nuestra).
(4) L. De Broglie, Fisica e Metafisica, Einaudi, Torino 1950, p. 216. (La traducción es nuestra).
(5) A. Einstein, «Fisica e realtà» (1936), in Opere scelte, Bollati-Boringhieri, Torino 1988, p. 530. (La traducción es nuestra).
(6) A. Einstein, «Lettera a M. Solvine», 30.3.1952, in idem, p. 740. (La traducción es nuestra).
(7) A. Einstein, Come io vedo il mondo, Newton Compton, Roma 1988, p. 32. (La traducción es nuestra).
(8) P. Davies, La mente de Dios, Mondadori, Milano 1993, p. 7. (La traducción es nuestra).
(9) F. Dyson, Turbare l’universo, Boringhieri,Torino 1979, pp. 290-291. (La traducción es nuestra).
(10) W. Heisenberg, Fisica e oltre, Boringhieri, Torino 1984, p. 225. (La traducción es nuestra).
(11) J. Polkinghorne, Scienza e Fede, Mondadori, Milano 1987, p. 72. (La traducción es nuestra).
(12) M. von Laue, History of Physics, Academic Press, New York 1950, p. 4. (La traducción es nuestra).
(13) G. Simpson, Evoluzione. Una visione del mondo, Firenze 1972, p. 213. (La traducción es nuestra).
(14) M. Artigas, The Mind of the Universe, p. 331: «A religious attitude basically implies openness toward God and a new outlook that stems from the contemplation of the divine dimensions of the world and every one of its parts, especially other human beings. Insofar as scientific progress favors this outlook, it can be considered a source of religious inspiration».
Prof. Giuseppe Tanzella-Nitti
Profesor Ordinario de Teología Fundamental, Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Roma.
Ha sido investigador en radioastronomía en el CNR en Bolonia y astrónomo en el observatorio de Turín.
Editor del Diccionario Interdisciplinar de Ciencia y Fe (DISF).
Más información.
Fecha y hora: Martes, 20 de octubre de 2015, a las 12 h.
Lugar Aula Magna. Edificio Central. Universidad de Navarra. Pamplona
Financiación: Actividad realizada con la financiación de la Fundación Templeton.