Ángel Arias imparte el seminario: “Las mujeres y el alzamiento cristero”
La actividad fue organizada por el Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE)
El pasado 17 de mayo, el Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE) organizó el seminario “Las mujeres y el alzamiento cristero”, impartido por Ángel Arias, profesor de la Universidad CEU San Pablo, especializado en historia y literatura de la Revolución mexicana.
El ponente comenzó con una breve explicación del origen y desarrollo de la guerra cristera (1926-1929). El conflicto se originó tras la aplicación de la legislación anticlerical de la Constitución de 1917 por parte del gobierno del presidente Plutarco Elías Calles. La resistencia de los católicos mexicanos por vías pacíficas y violentas produjo una guerra de tres años de conflicto intermitente, que terminó con una paz encabezada por los obispos por la que los rebeldes cristeros depusieron las armas.
Arias destacó que este conflicto tiene unas características únicas en la historia de las guerras revolucionarias del siglo XX. Olvidado durante mucho tiempo por la historia oficial del país, se recuperó gracias a la extraordinaria labor del historiador Jean Meyer y, en la actualidad, su estudio se encuentra en expansión por el interés que tiene para la historia de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, la historia de las relaciones internacionales (el papel de EE.UU. y los obispos como mediadores) y, últimamente, dentro del contexto de la Revolución mexicana.
Uno de los campos en los que más se avanza hoy en día es, sin duda, los estudios de género. Las mujeres tuvieron un papel importante en esta guerra en varios aspectos. Existía, por ejemplo, un movimiento de mujeres llamado “Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco” que contaba con 25.000 miembros. Su cometido era obtener dinero, munición, comida, medicamentos, información y refugio para los cristeros. Gracias a un voto de silencio, esa organización se mantuvo en secreto durante los dos primeros años de la guerra.
El ponente destacó la importancia de la historia oral y la literatura en la narrativa cristera. Entre las historias más clásicas, se encuentra la de la cristera Juana Gallo, una mujer que se enfrentó valientemente a los soldados del ejército. De ella se cuenta que consiguió la liberación del obispo de Zacatecas, que había sido encarcelado por el general Eulogio Ortiz. Según la historia oral, ésta le propinó “unas buenas cachetadas” y le exigió que liberara a los prisioneros, consiguiendo que la obedeciera por temor al pueblo armado con piedras y palos que ella encabezaba. En el campo de la narrativa cristera, existe un gran entrelazamiento entre la ficción y la realidad, por lo que la labor del historiador consiste en muchas ocasiones en el conocimiento de la narrativa y la obtención de nuevas fuentes.
Por último, el profesor Arias explicó otros roles de la mujer dentro de la guerra: ellas protegieron los templos, refugiaron sacerdotes, animaron a sus maridos a enrolarse en el ejército e, incluso, vivieron con ellos en los campamentos militares. Una de las propuestas para el futuro es la investigación sobre la vida heroica de las mártires de esta guerra, ya que, hasta el momento, sólo se han reconocido mártires masculinos.