Cascante, un ayuntamiento para el siglo XXI

Hasta el siglo XVI, la sede del ayuntamiento estuvo ubicada en el barrio de la Puerta Baja, en uno de los extremos de la villa, lejos de la plaza mayor, que se había convertido en el centro neurálgico de la villa tras la construcción de la parroquia. En 1587, debido a problemas de espacio, se decidió trasladar la sede, y se adquirieron cuatro casas por 652 escudos. Días más tarde, el 23 de julio, siendo alcalde el capitán Ximeno Cunchillos, se procedió a la subasta de candela según las cláusulas, diseño y traza dispuestas por Pedro Berges y Diego Romeo.

A la subasta acudieron cuatro obreros de villa y fue rematada en 2 000 ducados por Miguel de Múxica, vecino de Tudela, quien estableció un concierto con Pedro Berges, vecino de Cascante, para ejecutar la obra a partes iguales. En el contrato quedan claramente fijados los elementos constructivos, materiales y acabados. La distribución interior se realiza disponiendo de una sala para juzgado, cámara del secreto, dos cárceles –una de ellas para presos poco peligrosos– granero y sala baja.

La fachada principal quedó alineada con la torre de la iglesia y constaba de planta baja y dos cuerpos elevados, con cuatro vanos adintelados en cada planta. En la primera, balcones que se abren a una terraza. En la segunda, cuatro ventanas de las que una se utilizó posteriormente para para alojar la esfera del reloj cuyas campanas se situaban en una espadaña que se alzaba por encima de la cubierta. Se le incorporaron dos escudos de la ciudad, colocados a ambos lados del balcón situado bajo la esfera del susodicho reloj, realizados en 1597 y 1731, respectivamente.

Tras diversos problemas administrativos y económicos, en enero de 1589 ya estaba finalizada la obra, encargándose la carpintería de la casa a Sebastián Gil, vecino de Tudela. Sin embargo, todavía a principios de junio de 1591 la villa le debía 300 ducados en concepto del abono de la construcción de la casa concejil, por lo que la localidad tomó un censo de 400 ducados con objeto de saldar esta deuda.

En las centurias siguientes el inmueble del ayuntamiento sufrió sucesivas intervenciones, en algunos casos a consecuencia de los destrozos ocasionados por conflictos bélicos, como el saqueo realizado por las tropas del pretendiente Carlos de Austria en 1710, y en otras con motivo de visitas reales, como la del rey consorte Francisco de Asís de B, esposo de Isabel II, en 1864, cuando la casa concejil fue engalanada, luciendo todo su esplendor, para lo cual se acometieron obras de reparación en la escalera, la cámara del secreto fue empapelada y se colocaron damascos en las escaleras, guirnaldas en los balcones y alfombras en los pasillos. En el salón de plenos se colgaron los lienzos con los retratos oficiales de los reyes realizados por artistas de la región.

Las reformas del ayuntamiento durante la segunda mitad del siglo XX incluyeron la adición de un cuerpo en la planta baja, creando un porche con soportales articulados por cuatro arcos de medio punto construidos en ladrillo. Este elemento, característico en la estructura de las fachadas municipales, contribuye a ampliar el espacio público de la plaza donde se encuentra el edificio, ofreciendo refugio y protección a los ciudadanos que se acercan a él. Encima del pórtico abierto se extendía una amplia terraza a la que se accedía desde los balcones de la planta principal, donde las banderas protocolarias ondeaban junto a los escudos de la ciudad. En cuanto al interior del edificio, también experimentó modificaciones sustanciales con el tiempo. Sin embargo, las dependencias principales de la casa consistorial se mantuvieron en sus ubicaciones originales, preservando en gran medida el diseño inicial. Esto incluye la caja de la escalera y la cámara del secreto, que corresponde al salón de sesiones, apenas alterado en su estructura original.

El ayuntamiento fue demolido por completo en enero de 2001 ante su mal estado de conservación e inadecuación de los espacios existentes para desarrollar las funciones requeridas. Sobre el mismo solar se erigió una nueva casa consistorial, aunque en este caso separada de los muros de la torre y de la iglesia parroquial. El proyecto fue ideado por el arquitecto Luis Felipe de Gaztelu y costeado en su totalidad por la Fundación Fuentes Dutor, siendo inaugurado el 7 de septiembre de 2002. El nuevo edificio, de diseño vanguardista, presenta un exterior revestido con piedra y chapa corten, con un delgado alero de hormigón. A pesar de su modernidad, conserva elementos de la tradición arquitectónica, como su forma cuadrangular articulada en tres niveles de altura, un reloj similar al anterior en la parte alta y una estructura superior de hierro que simula una espadaña. Estos detalles evocan el antiguo ayuntamiento renacentista, del cual solo se preservaron las fachadas del reloj y el escudo original de la villa, que campeó en su fachada desde 1597. Presenta un castillo de tres torres en cuya puerta asoma la cabeza afrontada de un bóvido, elemento heráldico que ya aparecía en las monedas acuñadas en la ceca romana.