La capilla de San Fermín
El acceso a la capilla
La Capilla de San Fermín se construyó aneja a la iglesia parroquial de San Lorenzo -edificio gótico reedificado en el primer tercio del siglo XIV-, frente por frente con su fachada principal, dotada de pórtico, que entonces se abría a la calle Mayor. El tercer tramo del templo servía como tránsito desde aquella portada hasta el recinto sanferminero propiamente dicho, pasillo que se veía espacialmente acentuado a su izquierda por la presencia del januado, especie de cancela que separaba el presbiterio del lugar asignado a los fieles. De esta manera se creaba, a modo de vía sacra, un espacio rectilíneo de tensión visual y anímica que se focalizaba en el frontispicio de la Capilla. Es un esquema de dos naves perpendiculares con un acceso principal único, similar al ideado posteriormente para la iglesia de San Saturnino y su Capilla de la Virgen del Camino. Perdida la función defensiva del torreón medieval situado a los pies del templo laurenciano, en 1743 pudo construirse en su parte basamental una portada barroca ideada por Fernando Díaz de Jáuregui, que subsistiría hasta 1901 como acceso principal. Pero en el ínterin volvió a renacer la primitiva concepción espacial de acceso rectilíneo. El actual templo dedicado a San Lorenzo responde a un plan neoclásico de Juan Antonio Pagola, realizado entre 1805 y 1810, que incluyó una puerta en posición idéntica a la original, directamente enfrente de la Capilla de San Fermín. Este vano fue condenado en 1906; pero sus huellas se perciben hoy en los sillares del muro exterior, afrontado a la plaza de Recoletas. En aquella etapa, la linealidad del tránsito entre la calle Mayor y el recinto sanferminero se acentuó con el barandado del coro, aún subsistente, que reproduce en sus balaustres el modelo italiano de los ideados por Ochandátegui para las tribunas interiores de la Capilla. Las fuentes documentales coetáneas hablan de un doble frontispicio como acceso al recinto inaugurado en 1717: el exterior, de tamaño considerable, similar al actual, de diecisiete metros de alto y aproximadamente la mitad de ancho, y equiparable en proporciones al trono-altar ejecutado por Onofre, que se encontraba en el crucero. Culminaba el arco exterior una figuración del Santo titular en una nube, que es tanto como decir la representación de la apoteósis de San Fermín. El frontis interior era algo menor. Ambos estuvieron profusamente adornados de talla y esculturas de cuerpo entero, entre las que cabe destacar las imágenes de los Evangelistas, sobre pedestales, y en diferentes trechos representaciones de las Virtudes, tanto Teologales como Cardinales, con multitud de ángeles. La portada fue ampliamente reformada en la actuación de Ochandátegui, despojada de elementos escultóricos para dejarla, respetando sus dimensiones, en la línea que actualmente tiene, severa y adintelada, sobre mensulones. En el ático, enmarcado por fingido cortinaje, dos ángeles sostienen ahora un medallón con la escena del martirio de San Fermín.
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ANÓNIMO, Relación de las Plausibles Fiestas con que ha celebrado la Mui Noble i Mui Leal Ciudad de Pamplona, Cabeza del Ilmo. y Fidelissimo Reyno de Navarra, la Translación de su Gran Patrón San Fermín de la Antigua Capilla a la Nueva, que ha fabricado su devoción, Pamplona, Juan José Ezquerro, 1717.
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GARCÍA GAINZA, M. C. y otros, Catálogo Monumental de Navarra, t. V***, Merindad de Pamplona. Pamplona. Índices generales, Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1997, pp. 187-196.
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MOLINS MUGUETA, J. L., Capilla de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo de Pamplona, Pamplona, Diputación Foral de Navarra-Institución “Príncipe de Viana”,Ayuntamiento de Pamplona, 1974.
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MOLINS MUGUETA, J. L., El culto a San Fermín, en “Sanfermines. 204 horas de historia”, Pamplona, Larrión y Pimoulier, 1992, pp. 31-39.
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MOLINS MUGUETA, J. L., Las Capillas de San Fermín y Ntra. Sra. del Camino en Pamplona, en ”El Arte en Navarra”, núm. 27, Pamplona , Diario de Navarra, 1995 , pp. 417-432.
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En la web de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro: Un ejemplo de “green man” en la pamplonesa Capilla de San Fermín, en “La pieza del mes”, diciembre 2013.