San Miguel de Aralar
Por Carlos J. Martínez Álava
Introducción. Vista general del santuario, ante la sierra de Andía
El santuario de San Miguel in Excelsis, situado en una leve plataforma de la sierra de Aralar, a 1355 metros de altitud, ofrece una panorámica espléndida del corredor de la Barranca y las sierras de Andía y Urbasa. El panorama es espectacular; uno de los más bellos y sugerentes de nuestra comunidad. Se encuentra a unos 50 km Pamplona, con un acceso principal por carretera desde Lekunberri (unos 17 km. desde la autovía Pamplona-San Sebastián), y otro secundario desde Uharte Arakil y el monasterio de Zamartze (unos 11 km. desde la autovía Pamplona-Gazteiz).
Es este un unicum, donde fe, espiritualidad, arte, historia y un extraordinario patrimonio inmaterial se unen para configurar un ámbito que trasciende disciplinas y debe afrontarse como un totum poliédrico y rico, en el que todo suma. Como en otros santuarios ancestrales encaramados casi en el cielo, lo histórico y lo legendario disfrutan de sus propios espacios y tiempos.
Y como cimiento, se instituye el mito. Allá por el siglo VIII, Teodosio de Goñi, un noble vascón, ciego de celos, asesina accidentalmente a sus padres. Busca el perdón en la peregrinación a Roma, y a su regreso, se retira como ermitaño, Cargado de cadenas, sobrevive a duras penas en las alturas de Aralar. Un día del año 714, un dragón lo ataca desde la espesura del bosque. Teodosio invoca a San Miguel, que aparece, mata al monstruo y rompe las cadenas. Liberado de la penitencia, el ermitaño construye una capilla en honor del arcángel.