San Miguel de Aralar
Por Carlos J. Martínez Álava
Planta del santuario realizada por Íñiguez
La presencia del atrio y su extensión al nártex de los pies es perfectamente visible en esta planta del edificio. Fue publicada por Íñiguez en el primer volumen del Arte Medieval Navarro (p. 79) y da cuenta, además de la estructura general del santuario, de los resultados de las excavaciones realizadas durante su restauración. De menor a mayor intensidad de línea, diferenciamos atrio y nártex, las tres naves del templo, y la hipótesis de su configuración primitiva en su mitad oriental. Curiosamente, esta composición más antigua concuerda con los hallazgos realizados recientemente en la ermita de San Esteban de Larunbe.
Los documentos conservados ofrecen datos suficientes para reconstruir, al menos en parte, la evolución constructiva del santuario. Las citas más antiguas (1007 y 1032) aparecen en documentos, quizá interpolados, del reinado de Sancho III el Mayor. Certifican su existencia ya en los primeros años del segundo milenio. Una primera consagración, quizá relacionable con la mitad oriental del templo, se fecha en 1074; la segunda, realizada ya en 1143, se puede vincular con la actual distribución de las tres naves y la consolidación de las formas del románico pleno.