Policromía del retablo mayor

Su dorado y policromía fue obra del aragonés Francisco del Plano en 1684, realizada con delicadeza y pulcritud, según un contrato en el que constaban todo tipo de detalles. El conjunto con distintos tratamientos del oro en sus estofados es de lo mejor que se conserva en Navarra del periodo, lo que se explica, en parte, por la extraordinaria calidad de quien lo llevó a cabo, Francisco del Plano, dorador y gran pintor aragonés del momento que destacó por sus grandes decoraciones barrocas y escenográficas, como el conjunto de retablos del convento de San Francisco de Viana.

Entre sus cláusulas leemos: “La caxa de la Virgen de se ha de dorar toda de oro limpio y el respaldo ha de quedar estofado con un brocado de tres saltos, lo más hermoso que se pueda y la guarnición o moldura oro limpio y las columnas con los campos dorados y uvas y pámpanos imitados a lo natural y los capiteles coloridos y los cimacios dorados de oro limpio. El pesdetral ha de ir dorado y las cortinas con su brocado, que haga juego, como también el pedestral sobre el que está Nuestra Señora".

Todas aquellas labores fueron reconocidas por Francisco Gurrea y Sebastián de Sola y Calahorra en marzo de 1685, dándolo por bien realizado la luz de las capítulas del contrato y de sus saberes. Con la excepción de unas uvas “que están blancas en las columnas, que se deberán hacer negras”, en conformidad de las restantes y de que las rosas que están en los cimacios de color verde se hagan de color colorado.