Torre

Adosada al ángulo noroeste de la fachada principal se sitúa, en escuadra con esta, una torre prismática de cantería que probablemente se construyó reutilizando una torre anterior de origen medieval, quizás perteneciente al sistema amurallado de Tafalla, por lo que seguramente cumplió en el primitivo edificio una función defensiva, adelantada con respecto a la línea amurallada de la ciudad. Con el paso del tiempo y siguiendo modelos castellanos, la torre fue incorporada a la función residencial de la casa, tal y como era habitual en este tipo de construcciones urbanas. Sin embargo, al contrario de lo que solía ser habitual, la incorporación no se hizo adosando un cuerpo cúbico en línea con la torre, sino que en este caso se ubicó a escuadra con la fachada.

Se articula por medio de dos cuerpos diferenciados mediante una moldura recta volada, y diferente disposición de sus frentes. El primero, aprovechando la ya mencionada torre de origen medieval, en línea con el edificio principal, dividiéndose, como este, en tres pisos, dispone los vanos en vertical, siguiendo el eje ascensional de la torre, y descentrados respecto al muro, adosándose al edificio principal y repitiendo su esquema. Así, en el inferior presenta portada en arco de medio punto con potente dovelaje en la rosca, puerta balcón en el segundo y vano adintelado en el tercero, mientras que el segundo cuerpo, a manera de mirador, centran los muros vanos en arco de medio punto, doble en el frente principal, sobre pilares de ángulos en chaflán, y pequeño vano adintelado en el ático. Los arcos de medio punto del cuerpo superior de la torre recuerdan a la galería de arquillos habituales en los palacios navarros de la Ribera del Ebro del siglo XVI y que en Tafalla se pueden ver en el palacio de los Mariscales.