Las iglesias del Renacimiento en el valle del Baztan
Por María Josefa Tarifa Castilla
Estructuras arquitectónicas
Las iglesias renacentistas del valle de Baztan presentan un patrón arquitectónico similar en lo que respecta a la planta, alzado, cubrición y estructuras exteriores, que responden a las características formales propias de los templos erigidos en Navarra a lo largo del siglo XVI. Entre ellas destacamos, en primer lugar, el uso de plantas longitudinales de herencia medieval, fundamentalmente la tipología de cruz latina, arraigo que obedece al tradicionalismo del estamento religioso y del pueblo, que veían en esta solución planimétrica la mejor simbología de Cristo crucificado, como defendían Pietro Cataneo o San Carlos Borromeo, a lo que se unen motivos de tipo litúrgico y funcional.
El tratamiento de los alzados interiores es de una gran sobriedad arquitectónica, con un predominio del muro sobre el vano, únicamente perforado por los vanos de iluminación colocados bajo los arranques de las bóvedas. Espacios tendentes a la horizontalidad, que se ve favorecida por la disposición en la parte alta de los muros de un entablamento moldurado que recorre todo el perímetro y por la ubicación del coro alto a los pies, como es visible en la iglesia parroquial de Ziga.
A ello se une la utilización de bóvedas de crucería estrellada de diferentes diseños en las cubiertas, lo que denota el fuerte influjo de las formas constructivas de tradición tardogótica en Navarra hasta bien avanzado el Quinientos. Sin embargo, sobresalen por su excepcionalidad las tres conchas aveneradas pétreas que voltean el espacio absidal de las parroquiales de Ziga, Gartzain y Lekaroz, abovedamiento de raigambre italiana que apenas caló en la mitad septentrional navarra.
Iglesias que al exterior adoptaron la forma de bloques pétreos prismáticos, recorridos por contrafuertes que articulan verticalmente los parámetros, sobresaliendo el ábside al este, y como elemento disonante de la horizontalidad imperante, la torre más alta, como se aprecia en esta imagen de la iglesia de Gartzain. La mayor parte de los templos presentan un procesionario, estructura típica del área norteña navarra, consistente en un porche que corre paralelo a ambos lados de la nave desde el crucero hasta los pies, compuesto por arquerías de medio punto que descansan sobre pilares pétreos, o en menor caso por estructuras adinteladas, a los que en ocasiones se les dota en el lado meridional de un segundo nivel que constituye la casa de la serora o sacristana, como sucede en las iglesias de Gartzain o Lekaroz.
ECHEVERRÍA GOÑI, P. L. y FERNÁNDEZ GRACIA, R., “Arquitectura religiosa de los siglos XVI al XVIII en Navarra”, en Ibaiak eta Haranak, Guía del patrimonio histórico-artístico-paisajístico, t. 8, San Sebastián, Etor, 1991, pp. 175-216.
FERNÁNDEZ GRACIA, R., (coord.), ECHEVERRÍA GOÑI, P. L. Y GARCÍA GAINZA, M. C., El arte del Renacimiento en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005.
GARCÍA GAINZA, M. C., ORBE SIVATTE, M., DOMEÑO MARTÍNEZ DE MORENTIN, A. y AZANZA LÓPEZ, J. J., Catálogo Monumental de Navarra, V*. Merindad de Pamplona, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1994, pp. 285-422.
OMEÑACA SANZ, J. M., “La iglesia parroquial de Ciga en el Baztan”, Scripta Theologica, t. 16, 1984 / 1-2, pp. 543-552.
TARIFA CASTILLA, M. J., “Las iglesias de concha del Renacimiento en Baztan. Ziga, Gartzain y Lekaroz”, Ondare 27. Cuadernos de Artes Plásticas y Monumentales, San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos, 2009, pp. 333-405.