Las iglesias del Renacimiento en el valle del Baztan
Por María Josefa Tarifa Castilla
La fachada de la iglesia de Ziga
La parte más significativa del exterior de la iglesia parroquial de Ziga, cuyos muros perimetrales de mampostería quedan recorridos por contrafuertes, es la fachada pétrea que se proyecta a la plaza. Labrada con un sillar rojizo bien escuadrado, ofrece la sobriedad de línea propia del estilo clasicista difundido en el último tercio del siglo XVI por todo el territorio peninsular desde el Monasterio de El Escorial bajo los dictámenes del arquitecto Juan de Herrera. Fachada que fue realizada a instancias del culto abad Miguel de Jáuregui entre 1598 y 1603, quien quizás pudo proporcionar para su ejecución una traza más acorde al gusto arquitectónico del momento.
La fachada asienta en un pedestal sobre el que se eleva el cuerpo central, constituido por tres calles separadas por un orden gigante toscano de columnas que jalonan la calle central y de pilastras en las laterales. El cuerpo bajo se abre por medio de tres arcos de medio punto, correspondiendo el central al acceso, mientras que la parte superior queda perforada por ventanas rectas separadas por una faja corrida. Este cuerpo de orden gigante remata en un friso liso que da paso a la cornisa y al coronamiento en un frontón triangular sobre el cuerpo central y una balaustrada sobre los laterales con pirámides truncadas, arreglada en el siglo XIX. Por encima de la parte central de la fachada emerge la actual torre, concluida en 1823, en sustitución de la primitiva del siglo XVII, arruinada por un rayo en 1821.
En 1783 la fachada adquirió su aspecto actual mediante la ejecución de la gran escalera de acceso y la adición de los pórticos laterales en simetría con el edificio existente, todo ello de acuerdo con el proyecto del arquitecto Santos Ángel de Ochandátegui, obras que fueron acometidas por el maestro de obras Pedro de Arraurrechea, elevándose el coste a 37.128 reales y 29 maravedíes que envió desde Guatemala Fermín de Ayciñena, natural de la casa Aldecoa en Ziga, como dio a conocer Echeverría Goñi. Atrio porticado que se continúa por los laterales norte y sur con una secuencia de arcos de medio punto sobre pilares pétreos, cubiertos con bóveda de arista al interior de la crujía.
ECHEVERRÍA GOÑI, P. L. y FERNÁNDEZ GRACIA, R., “Arquitectura religiosa de los siglos XVI al XVIII en Navarra”, en Ibaiak eta Haranak, Guía del patrimonio histórico-artístico-paisajístico, t. 8, San Sebastián, Etor, 1991, pp. 175-216.
FERNÁNDEZ GRACIA, R., (coord.), ECHEVERRÍA GOÑI, P. L. Y GARCÍA GAINZA, M. C., El arte del Renacimiento en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005.
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