Otras pinturas en los Carmelitas Descalzos

El hecho de no haber sido abandonado el convento de los Descalzos, tras la exclaustración, habitándolo durante la segunda mitad del siglo XIX las Descalzas hizo posible la conservación de numerosas pinturas que han llegado a nuestros días, muchas de contenido teresiano y más concretamente alusivas a su transverberación. Entre ellas citaremos la que firma el vallisoletano Díaz Ferreras en 1672 y se conserva en el crucero de la iglesia, que adolece de cierto estatismo pese al barroquismo del tema. En el antecoro del mismo convento se guarda otro lienzo del mismo tema del último tercio del siglo XVII que presenta analogías con la obra del pintor madrileño Francisco de Lizona y nos presenta a la santa en composición teatral que haría suya el pintor Vicente Berdusán divulgándola en sus obras. En uno de los lienzos de medio punto de los ángulos del claustro se encuentra otra pintura del tercer cuarto del siglo XVII, inspirada en uno de los grabados de la serie de Collaert-Galle (1613).

Otra pintura, en este caso sobre cobre, está realizada con técnica minuciosa, es de pequeño tamaño (31 x 25 cm.) y se ha de datar en la primera mitad del siglo XVII. Representa a la santa disponiéndose a escribir con el huso de hilar a sus pies, en una concesión de la composición a favor de un pasaje de la vida cotidiana, ajeno a sus éxtasis, arrobamientos e idealizaciones tan abundantes en su iconografía. Se trata de una versión harto divulgada de lo que el Padre Jean de la Croix denomina como “la pintura de Ana de San Bartolomé y sus derivados”, cuyo original se encuentra en las Carmelitas de Beaune (Francia) y según la inscripción que tiene, era una pieza de la que no se separaba la Madre Ana de San Bartolomé. Copias de la pintura se encuentran en las Carmelitas de Amberes, donde falleció la citada religiosa, en Kain (Bélgica), Sens (Francia), la Encarnación de Ávila, Guadalajara y los conventos de Descalzas de Roma. A su difusión cooperó el hecho de que se grabase en lo fundamental de su composición para el frontispicio del Ceremonial de la Orden en 1616.