El monumento conmemorativo en Pamplona
Romper la vida (Muerte y desamparo)
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Autor: Juan José Aquerreta.
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Materiales y técnica: Bronce y piedra arenisca.
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Medidas: Hombre: 220 cm; Niño: 112 cm; Basamento: 260 x 120 x 120 cm.
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Ubicación: Plaza del Baluarte.
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Fecha de instalación: 22 de abril de 2007 (inauguración).
El 6 de mayo de 2005, el Jurado del concurso convocado por la Fundación Tomás Caballero para recordar en Pamplona a las víctimas del terrorismo, proclamaba vencedora la propuesta “Romper la vida (muerte y desamparo)” del artista pamplonés Juan José Aquerreta, al considerar que concurrían en ella las dos condiciones requeridas: servir de memoria y recuerdo de todas las víctimas del terrorismo, y suscitar la admiración estética. El monumento quedó instalado en la Plaza del Baluarte de Pamplona, espacio considerado idóneo para una iniciativa de esta naturaleza por su centralidad y proximidad a la Plaza de la Paz.
El grupo escultórico consta de dos figuras en bronce fundido, relacionadas entre sí. La de mayor tamaño representa a un hombre que acaba de recibir un disparo en la nuca, desplomándose hacia atrás en una curva que intenta expresar la máxima violencia. La más pequeña es un niño de corta edad, testigo del asesinato e hijo de la víctima, quien todavía asombrado inicia un gesto de abrazo que se interrumpe por la muerte de su padre. Quiere expresar con ello la desgarradora violencia del robo de la vida, el desamparo de los que se quedan, y la imposible inteligencia de este acto. El conjunto se eleva sobre un alto pedestal de piedra arenisca que desempeña a la vez un papel simbólico y estético, por cuanto se interpreta como la elevación al plano espiritual del heroísmo de las víctimas, al mismo tiempo que sirve para que en su visión desde abajo, en una perspectiva de desplome de la figura de la víctima, el espectador se sienta implicado por la agresiva sensación de vértigo.
En el monumento Aquerreta trata de reflejar con toda su crudeza el dramatismo que provoca el terrorismo. Emplea para ello un lenguaje figurativo de reminiscencia organicista, alejado del detalle realista y caracterizado por el modelado suave y redondeado de las figuras, que muestra su predilección por el barro como material escultórico.
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AZANZA LÓPEZ, J. J., El monumento conmemorativo en Navarra. La identidad de un Reino. Col. Panorama, nº 31, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003.
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AZANZA, J. J., MURUZÁBAL, J. M., URRICELQUI, I. y ZUBIAUR, F. J., Guía de escultura urbana en Pamplona, Pamplona, Ayuntamiento de Pamplona, 2009.