Patrimonio cultural de Ororbia
Parroquia de San Julián: los restos del templo románico
De la primitiva iglesia románica de Ororbia solo ha sobrevivido el campanario, adosado a los pies del templo gótico. Se trata de una torre cuya altura debió de ser más o menos una tercera parte menor a la actual, como podemos intuir al observar los arcos de medio punto cegados bajo el cuerpo de campanas. Las aspilleras abiertas en el muro evidencian su utilidad defensiva en el agitado periodo de la Baja Edad Media. El recrecimiento que transformó la antigua torre románica tuvo lugar a comienzos del siglo XVII.
La configuración de la desaparecida iglesia románica debió de ser una capilla mayor de planta semicircular, seguida de un primer tramo de nave sobre el que se levantó la torre campanario –la parte que se conserva– y después algún tramo más, posiblemente con cubierta de madera a dos aguas. Las huellas de enlace que todavía se aprecian en el muro occidental de la torre atestiguan el lugar por donde se prolongaba la nave. La puerta de acceso se situaba bajo la torre en su lado meridional, apuntada y enmarcada por una gran moldura, hoy en día cegada.
Al interior, la base de la torre es un espacio cuadrangular cubierto por bóveda de cañón apuntada y con alzados a base de arcos apuntados. El arco que se abre hacia la iglesia gótica está doblado y sostenido por sendos pilares en forma de T, a los que se adosan semicolumnas coronadas por capiteles esculpidos con diversos motivos ornamentales. En lado norte, el de mayor tamaño es un capitel vegetal que presenta pares de piñas en los ángulos, y palmetas y tallos entrelazados en el centro, entre los que asoman cabezas de felinos. Está rematado por unas almenas. Es el de mayor calidad por su talla minuciosa y detallada. El de menor tamaño se compone de dos niveles de hojas. En el lado sur, el capitel mayor está decorado con parejas de animales, parece que leones y basiliscos, con sus cabezas enfrentadas en los ángulos. En el capitel menor están talladas varias hojas verticales hendidas, coronadas por bolas. Este repertorio decorativo derivaría, en último término, de los talleres que trabajaron en la catedral románica de Pamplona, lo que, sumado a los elementos constructivos, sitúan la iglesia románica en la segunda mitad del siglo XII.
Bajo la torre románica está dispuesta la capilla bautismal, presidida por un crucificado renacentista. La pila bautismal, recién restaurada, presenta un capitel gótico inédito de variada iconografía, en el que pueden distinguirse la lucha de dos guerreros portando escudos, uno a pie y otro a caballo, la figura de un obispo con su báculo y una escena festiva protagonizada por tres personajes. Esta decoración debe de ser coetánea a la arquitectura del templo, cuando se ejecutaría una pila de estilo gótico que, por el motivo que fuese, se renovó en el siglo XVI con la incorporación de una taza gallonada.
En el muro septentrional de la capilla, una placa conmemora al cardenal Manuel Arce Ochotorena (1879-1948), hijo predilecto de Ororbia y de Navarra, que fue obispo, sucesivamente, de Zamora, Oviedo y Tarragona en los turbulentos años de la República, la guerra civil y los inicios del franquismo.
ALEGRÍA SUESCUN, D., Molinos harineros de Ororbia. Estudio histórico-documental, Concejo de Ororbia, 2015.
GUIJARRO SALVADOR, P., Ororbia: mil años de historia, Concejo de Ororbia, Kybse, 2015.
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ZUBIAUR CARREÑO, F. J., “Catálogo de miradas. La Navarra que fotografió Nicolás Ardanaz”, en Ricardo Fernández Gracia (coord.), Pvlchrvm: Scripta varia in honorem M.ª Concepción García Gainza, Gobierno de Navarra. Universidad de Navarra, 2011, pp. 838-846.
Expediente del Asilo San José: Archivo Contemporáneo de Navarra/Vivienda/1116846.