Castigos de la avaricia: en la caldera y en el río

Es, junto a la lujuria, el pecado más presente en el infierno tudelano, como era habitual en el arte cristiano ya desde el románico. Tradicionalmente, al avaro se le representa con una bolsa colgando del cuello, por ejemplo en Tudela aparece un personaje que camina hacia al infierno con ella, y otro que ya se quema en una caldera. Además, en otra dovela vemos a un avaro también con la bolsa al cuello al que arrojan a un río donde se ahoga otro personaje, tema que en la Visio Sancti Pauli, la fuente que más influyó en la idea medieval del infierno, era el castigo reservado a los usureros. 

El especial énfasis puesto en denunciar el pecado de la avaricia y la usura, y su relación con las actividades de los cambistas, quizás tengan que ver con un problema concreto de la Iglesia y la ciudad de Tudela en aquellos momentos. La colegiata tuvo varios pleitos con judíos de la ciudad, ya que se negaban a pagar los diezmos y primicias. Quizás la presencia particular de estos temas fuera un modo de denuncia, por parte de los mentores del programa, de estos judíos de Tudela, cuya actividad principal era la de prestamistas y cambistas, que gozaban de la protección del rey Sancho el Fuerte, lo que provocó una revuelta en 1234, fecha cercana a la propuesta para la realización de la portada.

Foto: Carlos Martínez Álava