aula_abierta_itinerarios_21_titulo

Ruta por los retablos del Roncal

aula_abierta_itinerarios_21_9_texto

Retablo mayor de la parroquia de Urzainqui

Este retablo es obra del segundo de los Pejón, Nicolás Francisco Pejón Lizuáin (1725-c.1781), hijo del maestro arquitecto Francisco Pejón, también avecindado en Sos del Rey Católico y activo en Navarra a fines de la década de los treinta y comienzos de la siguiente. Nicolás Francisco Pejón realizó distintos trabajos en Navarra entre 1753 y 1772,  se examinó en Sangüesa para poder ejercer su oficio sin cortapisas, en 1760, haciéndose cargo de numerosos e importantes proyectos en Sangüesa, el Valle de Roncal (Urzainqui, Garde, Roncal y Burgui) y en las Comendadoras de Puente la Reina.

El primer retablo documentado en Navarra de este maestro es el mayor de Urzainqui. Su encargo data de marzo de 1753 y, de nuevo, fueron las modas y el estado del retablo antiguo, las razones que llevaron a los vecinos de la localidad a solicitar el permiso al provisor del obispado de Pamplona para poder contratar un nuevo retablo. Su importe, imaginería incluida, ascendería a 1.000 pesos. El dorado del conjunto fue realizado por Andrés Mata en 1768.

El retablo ocupa toda la cabecera de la parroquia de San Martín y es una gran máquina cuyo modelo, de estirpe aragonesa, es completamente innovador en estas tierras navarras. Su gran novedad consiste en la sustitución de los soportes por estatuas con vistosos doseles que dan paso a los capiteles. Su planta, adaptada a la cabecera plana del templo, obtiene movimiento mediante la yuxtaposición de elementos curvos y rectos, dando lugar a un rico diseño mixtilíneo. En sus alzados se suceden un pedestal con tableros decorativos de rocalla y banco con placas de serafines en sus frentes, sobre el que montan cuatro peanas. En ellas descansan cuatro monumentales esculturas de los Padres de la Iglesia, que hacen las veces del orden gigante. El ático culmina en un movido baldaquino, del que cuelgan telas encoladas y está flanqueado por machones curvos, placas de rocallas y sendas glorias barrocas. El tabernáculo-expositor es pieza coetánea, tiene forma de templete de planta central sobre pedestal con placas, que se prolonga en contracurvas para unirse a las estructuras del retablo.

El discurso iconográfico es abundante y respeta lo acordado entre los patronos de la parroquia y el escultor. El rico programa comienza con los relieves de los evangelistas adosados a los pedestales y entre ellos sendas escenas de la vida de San Martín. Los cuatro Padres de la Iglesia acompañan al titular, dos a cada lado, en el cuerpo principal. En el ático, bajo el dosel, se sitúa el martirio de Santa Bárbara y a sus lados los santos diáconos, San Vicente y San Lorenzo. Todas las esculturas acusan una filiación aragonesa. Se trata de figuras de tamaño natural con rostros muy caracterizados y vestimentas de ampulosos pliegues, que se inspiran en los Santos Padres y Apóstoles realizados por aquellas fechas por el gran escultor José Ramírez. La policromía del retablo es muy rica, contrastando el colorido de las vestiduras de los santos con los fondos áureos de la enorme máquina arquitectónica.

aula_abierta_itinerarios_21_9_imagen

Retablo mayor de la parroquia de Urzainqui

aula_abierta_itinerarios_21_bibliografia

Archivos Parroquiales de Garde, Vidángoz, Isaba, Uztárroz y Roncal

Archivo Diocesano de Pamplona. Procesos

Archivo General de Navarra. Notaría de Roncal y Procesos

ARDANAZ IÑARGA, N., La catedral de Pamplona en el siglo de las Luces. Arte, ceremonial y cultura, Pamplona, Tesis doctoral sustentada en la Universidad de Navarra, 2011. Vid. http://hdl.handle.net/10171/20480

BOLOQUI LARRAYA, B., Escultura zaragozana en la época de los Ramírez 1710-1780,  Madrid, Ministerio de Cultura, 1983.

CHOCARRO HUESA, M., “El obispo Juan Rena, mediador y mecenas artístico de la catedral de Pamplona”, Príncipe de Viana, 256 (2012), Ejemplar dedicado a: Estudios sobre el Patrimonio Cultural y las artes en Navarra en torno a tres hitos 1212-1512-1812, (coord. por Ricardo Fernández Gracia), págs. 587-601.

CLAVERÍA ARANGUA, J., Iconografía y santuarios de la Virgen en Navarra, vol. I, Madrid, Gráfica Administrativa, 1942.

ECHEVERRÍA GOÑI, P., Policromía del Renacimiento en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1990.

GARCÍA GAÍNZA, M. C., La escultura romanista en Navarra. Discípulos y seguidores de Juan de Anchieta, Pamplona, 1969.

GARCÍA GAÍNZA, M. C. et alt., Catálogo Monumental de Navarra, IV* y IV**. Merindad de Sangüesa, Pamplona, Gobierno de Navarra - Arzobispado de Pamplona -Universidad de Navarra, 1989 y 1992.

FERNÁNDEZ GRACIA, R., El retablo barroco en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2003.

FERNÁNDEZ GRACIA, R., “Los géneros escultóricos”, El arte del Barroco en Navarra, (coord. R. Fernández Gracia), Pamplona, Gobierno de Navarra, 2014, págs. 175-271.

GÁRRIZ, J., La villa de Garde en el Valle del Roncal. Ensayo de una monografía parroquial, Pamplona, Casa Editorial de G. Huarte, 1923.

HUALDE, F., “De cuando los Ezquer cruzaron el charco”, Diario de Noticias de Navarra, 18 de agosto de 2008.  http://patrimonionavarra2.blogspot.com.es/2010/09/18-de-agosto-de-2008.html

MORALES SOLCHAGA, E., “El gremio de San José y Santo Tomás de Pamplona hasta el siglo XVII”, Príncipe de Viana, núm. 239 (2006), págs. 791-860.

URANGA, J. E., Retablos navarros del Renacimiento, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1947.

aula_abierta_itinerarios_21_mapa