Padres de la Iglesia

Sobre las figuras de los evangelistas, inscritos en las pilastras cajeadas que enmarcan la exedra, y dentro de hornacinas aveneradas superpuestas, se sitúan los Padres de la Iglesia latina: en el lateral izquierdo San Ambrosio y San Gregorio Magno, y en el derecho las figuras de San Jerónimo y San Agustín. Todos ellos se han representado de forma similar, vestidos de pontifical, con la maqueta de una iglesia en la mano y tocados por mitra, salvo San Jerónimo, que porta el capelo cardenalicio. Así mismo, San Gregorio y San Agustín tienen en su mano derecha un libro, alusivo a su condición de escritores, que sin embargo no portan las otras dos figuras.

Los denominados como Padres de la Iglesia son escritores eclesiásticos que vivieron en los primeros años del cristianismo y que destacaron por la ortodoxia de su doctrina, la santidad de su vida, la aprobación de la Iglesia, y la antigüedad, diferenciándose entre los pertenecientes a la iglesia latina y a la iglesia ortodoxa. La representación de los Padres de la Iglesia va a ser también una constante en el arte cristiano a partir del Renacimiento, en ocasiones formando conjunto con los evangelistas, como sucede en esta portada, o a veces sustituyéndolos. Su presencia en esta portada de Viana se justifica como defensores de la venida de Cristo, de su vida, pasión y muerte, y de la redención de la humanidad a través de su sacrificio.