Calidad del aire en zonas urbanas
Uno de los grandes desafíos de la sostenibilidad urbana consiste en afrontar los cambios e impactos no deseados que surgen en el seno de las ciudades.
El proyecto Life+Respira constituido por un equipo multidiciplinar de 35 investigadores, ha permitido monitorizar los niveles de los principales contaminantes urbanos en la ciudad de Pamplona.
El proyecto, que es un claro ejemplo de ciencia ciudadana, se ha basado en la implicación de voluntarios ciclistas para obtener datos a gran escala sobre la distribución de los contaminantes urbanos gracias a la utilización de sensores de bajo coste que han portado en sus bicicletas durante la realización de sus trayectos habituales. Los datos así obtenidos han sido utilizados para el desarrollo de modelos matemáticos que resultan de gran ayuda para la toma de decisiones, mejorando la calidad de vida de las ciudades a través de la reestructuración del diseño urbano, la adopción de nuevas estrategias de planificación y la implementación de planes de gestión de la movilidad actualizados y adaptados a cada ciudad.
Los resultados obtenidos han demostrado que la distribución de contaminantes está fuertemente vinculada con las fuentes de emisión (principalmente el tráfico) y sus variaciones temporales y, en menor grado, las circunstancias climáticas y el diseño topográfico de la ciudad. Se han observado variaciones importantes en la exposición de los ciclistas a los contaminantes del aire en función de la distancia a la carretera. Viajar por la calzada aumentó entre un 37% y un 54% los óxidos de nitrógeno inhalados con respecto a circular sobre la acera o el carril-bici, mientras que las concentraciones de partículas (PM10 y PM2,5) fueron un 90% y un 52% superiores respectivamente al circular por el eje de la vía. El uso de barreras vegetales, como los setos, ayudó a reducir la exposición de los ciclistas y peatones a la contaminación del aire hasta en un 30%. Este mismo efecto resulta extensivo a los árboles, si bien en determinadas calles se detectó un incremento de la contaminación en un 15% a nivel del suelo. Este aumento de la contaminación está relacionado con la especie, el porte y la ubicación de los árboles, aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de planificar la gestión del arbolado urbano.
El modelo desarrollado a partir de los niveles de contaminación registrados por los ciclistas en 1.463.090 puntos permitió estudiar la evolución horaria de los niveles de contaminantes en la ciudad de Pamplona. Así, se detectaron dos picos de contaminación, uno matinal (8h) y otro vespertino (19h), coincidiendo con las horas de tráfico intenso, cuando la mayoría de las personas se desplazan en coche para ir y volver de trabajar. Sin embargo, los niveles se redujeron de forma significativa durante la noche y en las horas centrales del día.
El modelo permitió también estimar los costes económicos asociados a la baja calidad del aire, que ascendieron a un total de 5,7 M € anuales en la ciudad de Pamplona, siendo la reducción de la esperanza de vida el coste externo más importante.
El proyecto LIFE+RESPIRA ha intentado promover un cambio cultural necesario para encaminarnos hacia la sostenibilidad, promoviendo la reintroducción de la presencia y el respeto a lo natural en lo urbano y en su forma de vida. En definitiva, se trata de abrir las puertas a la naturaleza en la ciudad.
En el siguiente enlace se puede ver el documental “En el aire” que narra, de principio a fin, el desarrollo del proyecto Life+Respira: http://enelaire.eu/
El proyecto Life+Respira (LIFE13 ENV/ES/000417) ha sido financiado por el Programa de Medio Ambiente y Acción por el Clima (LIFE) de la Unión Europea.
Socios del proyecto:
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Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK).
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Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).
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Universidad de Navarra (UNAV).