El palacio de Olite
Por Javier Martínez de Aguirre
EL PALACIO DE OLITE EN EL PANORAMA DE LOS PALACIOS GÓTICOS NAVARROS |
El Palacio Viejo
Las construcciones más antiguas del palacio de Olite corresponden al edificio que hoy suele denominarse Palacio Viejo, reconvertido en el siglo XX en Parador Nacional. Su planta obedece a fórmulas habituales desde el siglo XIII: un recinto cuadrangular con patio central, dependencias ubicadas en naves anejas a los muros y torres en las esquinas. Olite no se ajusta al modelo más regular, dado que las torres del Palacio Viejo difieren en planta y altura. En la parte inferior de algunos muros todavía se reconoce el aparejo almohadillado de la fábrica más antigua. Una de las torres cuenta con una estancia cubierta por bóveda de crucería en planta baja, erigida mucho tiempo antes de la intervención de Carlos III.
Nada más llegar al trono, el rey Noble (1387-1425) emprendió labores de mejora en el Palacio Viejo, donde estuvieron inicialmente tanto su cámara privada como el principal salón de recepciones, la llamada “cámara luenga”, que vio renovadas sus ventanas hacia 1413. Aunque restauradas, todavía podemos contemplarlas en la parte septentrional de la fachada que da a la actual Plaza de los Teobaldos. En su labra intervino Pedro Jalopa, un importante arquitecto y escultor venido de Francia que trabajó a lo largo de la primera mitad del siglo XV en Barcelona, Zaragoza, Huesca, Palencia y Toledo. Las ventanas están decoradas con escudos del rey (cuartelado Navarra-Evreux) acompañados de divisas familiares y personales, como el lebrel y las hojas de castaño. El interior del Palacio Viejo se encuentra totalmente transformado por la reconversión en Parador Nacional. La intervención también alteró la ubicación de la pequeña puerta en arco apuntado, que en origen estuvo debajo de las ventanas, a eje con una antigua calle que conducía al palacio. La actual plaza frontera tiene asimismo su origen en los primeros años del reinado de Carlos III, ya que fue él quien adquirió solares para dar mayor prestancia al conjunto residencial.