Central de Navasturen (Bera)

La central de Navasturen tal vez sea una de las más conocidas por el público al estar visible junto a la carretera N-121-A, poco antes de la entrada a Bera. El agua es derivada desde una presa en el río Bidasoa situada a cuatro kilómetros. Este proyecto, cuyo autor es el ingeniero Miguel Berazaluce, fue promovido por Saltos del Bidasoa en 1916. La energía fue vendida en exclusiva a La Papelera Española, que acabaría absorbiendo a la sociedad promotora. El equipo de la central consta de dos grupos de turbina-generador.

Las fachadas principal y posterior presentan un remate escalonado y las esquinas hermoseadas con sillar fingido. En la principal –hoy casi oculta por la vegetación– se ha dispuesto un variado ritmo de huecos: portón de acceso adintelado, coronado por un vano de medio punto, sobre el que se sitúa el óculo, y flanqueado a cada lado por ventanas también adinteladas, coronadas a su vez por huecos de formato rectangular. Aparecen pintados el nombre de la empresa, Saltos del Bidasoa, y el año de la inauguración. La sala de máquinas está iluminada lateralmente por tres grandes ventanales en arco rebajado, que se conservan originales en el lado del río. La decoración se limita a los enmarques superiores de los vanos. Merece la pena contemplar el paisaje de ribera, que en este tramo del río es de gran belleza.

Saltos del Bidasoa también pondría en marcha otras dos centrales en Etxalar en 1922. Precisamente la central de Regata de Echalar, que se levanta en la carretera de acceso a dicha localidad a pocos metros del hotel Venta Etxalar, es uno de los mejores lugares para apreciar la complejidad de los proyectos hidroeléctricos, pues por delante circula el canal de derivación hacia Navasturen, que salva la regata Tximista mediante un acueducto y después penetra en un túnel bajo la montaña. Además, el agua ya turbinada en esta central de Regata de Echalar se incorpora al canal de Navasturen.