Centrales hidroeléctricas en la cuenca del Bidasoa
Central de Yanci II – Electra Aranaz
La central de Yanci II se encuentra en el barrio de Berrizaun (Igantzi) muy próxima a la vía verde del Bidasoa. El agua del río Arrata se desvía en el término de Arantza y es conducida a su destino por una canalización de 3.800 metros. Este aprovechamiento hidráulico entró en funcionamiento 1913, explotado por la sociedad Electra Aranaz para enviar electricidad a Guipúzcoa, con Papelera Española y el Ferrocarril de San Sebastián a la frontera francesa como primeros clientes. El proyecto se encargó al ingeniero Miguel Berazaluce Elcarte.
La casa de máquinas, que alberga dos grupos de generación, tiene una interesante fachada de marcado sentido ascensional, mediante la disposición de sillería simulada de refuerzo en las esquinas, bandas verticales en el muro y un remate escalonado. La parte superior de la fachada se resuelve con bandas verticales y horizontales en ligero resalte que encierran un óculo y la tipografía con el nombre de la empresa –originalmente Electra Aranaz– y el año de inauguración. Estos elementos se combinan con detalles ornamentales semicirculares que enriquecen los escalonamientos del remate. En la mitad inferior se disponen un portón y una ventana adintelados con coronamiento de sobria composición. La alternancia cromática contribuye a remarcar los diferentes elementos empleados en la articulación de la fachada.
A lo largo de la vía verde del Bidasoa se levantan otras tres centrales, además de la de Yanci II, circunstancia que las convierte en un potencial recurso turístico, susceptibles al menos de la divulgación mediante paneles explicativos de sus valores histórico, económico y tecnológico. En el tramo entre Sunbilla y Berrizaun se encuentra la central de Mourgues, puesta en servicio en la década de 1910, de la que se puede observar toda la obra de derivación del agua del río Bidasoa. En el tramo entre Bera y Guipúzcoa se localizan Las Nazas, una de las más antiguas de la zona, en funcionamiento en 1902, que suministraba energía a Irún, Hondarribia y varias localidades del sur de Francia; y Endarlaza, hoy abandonada. Además, en el mismo barrio de Berrizaun, al otro lado del río, se sitúa Yanci I, un enorme edificio de 1927 que es una buena muestra de la progresiva evolución hacia el racionalismo de la arquitectura de las centrales hidroeléctricas.
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