Roncesvalles
Por Javier Martínez de Aguirre Aldaz
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Iglesia de Santa María
La iglesia de Santa María ocupa lugar destacado en las historias del arte medieval español por su vinculación directa con obras derivadas de Notre Dame de París. Tanto la planta como el alzado originales evidencian que el proyecto fue elaborado y ejecutado por un arquitecto de notable experiencia, formado en la práctica arquitectónica del entorno de 1200 en Île-de-France. Un poema del siglo XIII atribuye la iglesia al rey Sancho VII el Fuerte. Su construcción habría tenido lugar fundamentalmente en tiempos del prior Martín Guerra (1203-1216).
La planta dibuja un rectángulo perfectamente proporcionado en base a cuadrados, articulado en tres naves, del que sobresale la cabecera de cinco paños, traslado directo de parte de la planimetría de la catedral parisina como acertadamente señaló Torres Balbás. Arquerías sobre columnas aparejadas, alternando gruesas con delgadas, separan las naves. Sobre los arcos vemos un triforio constituido por cuatro arquillos y encima rosetones con arquillos apuntados en orla que iluminaban directamente el interior de la nave mayor, como sucede todavía hoy en las iglesias del entorno parisino. Dos tramos de bóvedas sexpartitas y uno de ocho nervios que confluyen en la clave sobre la embocadura del ábside cubren la nave mayor. La clave sobre la capilla mayor presenta la Coronación de la Virgen, con un ángel asomándose desde el exterior del marco circular. Los muros perimetrales resultan extremadamente gruesos. El septentrional aloja escaleras que por una parte descienden hacia la cripta y por otra suben hacia las cubiertas de la nave norte. La torre fue añadida sobre el primer tramo a los pies de la nave del evangelio probablemente en el siglo XV.
El templo ha llegado muy retocado a nuestros días, especialmente por la intensa reconstrucción llevada a cabo entre 1939 y 1944 por Onofre Larumbe y el arquitecto Francisco Garraus. Era su intención liberarlo de la remodelación emprendida por Jerónimo de Buega en el siglo XVII, que ocultaba sus elementos medievales. Especialmente afectada resultó la fachada, cuya portada, ventanales y rosetón son totalmente nuevos.
Foto:
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