Cabecera

La cabecera de Santa María de Ujué se corresponde con la construcción llevada a cabo a finales del siglo XI, patrocinada por el rey Sancho Ramírez, y que se levantaría sobre una construcción anterior. Al igual que la cabecera del monasterio de Leire, está articulada por medio de tres ábsides semicirculares escalonados, cada uno de los cuales está precedido por un tramo de nave, más ancha y profunda la central que las laterales, cerradas por bóvedas de medio cañón y de horno. Las cubiertas del ábside central y las de los tramos de nave fueron rehechas en la restauración de 1951. Igualmente, los arcos de embocadura que unen ambos espacios están descentrados con respecto al eje. Los ábsides están divididos en dos alturas por medio de una moldura ajedrezada, centrados por una ventana axial, que en el central está flanqueada por arcos ciegos de medio punto. Al igual que el interior, el paramento exterior de los ábsides está dispuesto en dos niveles, separados por una moldura ajedrezada, el inferior liso y el superior con una ventana de medio punto con arquivolta y chambrana ajedrezada que descansa en columnillas, rematado todo por una cornisa ajedrezada sobre canecillos lisos. Al mismo tiempo, cada ábside se divide verticalmente en tres calles mediante contrafuertes muy poco desarrollados. La decoración escultórica presente en la cabecera es de gran austeridad y tosquedad, centrada en las molduras ajedrezadas y en elementos vegetales y geométricos dispuestos en los capiteles.