Colegio y dependencias en torno a la iglesia

En torno al templo se sitúan una serie de dependencias, alguna de ellas en ruinas, que completaban el conjunto del santuario. Ubicadas junto al muro hastial de la iglesia, perpendicular al lado del Evangelio, se localizan las ruinas de una construcción rectangular de gran tamaño, dividida en dos espacios, ambos con sendas ventanas, y articulada en dos alturas, descansando el superior sobre arcos transversales cuyos arranques son todavía hoy visibles. Este espacio fue utilizado en el siglo XVIII como sacristía y en origen podría corresponder con el Estudio general empezado a construir por Carlos II entre 1378 y 1379. También en el muro del Evangelio, paralelo al mismo, se dispone un amplio espacio, denominado ‘claustro’, articulado por cuatro arcos rebajados sobre pilares y cubierto con armadura de madera apoyada en arbotantes. Se desconoce la función que cumplía, pudiendo haber sido construido en época de Blanca I (1385-1441). A la misma época o a la de su padre Carlos III (1361-1425) corresponde el espacio que envuelve la cabecera, cerrado por un muro en el que se disponen una chimenea y diferentes vanos con miradores góticos, lo cual atestigua su uso como residencia, lo que viene corroborado por la existencia de una letrina. Probablemente fue utilizado también como casa de la cofradía u hospedería. Finalmente, frente a la portada principal de la iglesia se sitúa una casa rectangular de varias alturas dividida en dos crujías mediante pilares superpuestos y cubierta por una estructura de madera. Presenta puerta de arco apuntado así como varias ventanas adinteladas sobre ménsulas. Este edificio fue utilizado a lo largo de la historia como casa del diezmo.