Coro

A los pies de la nave gótica, y construido en la misma época, se sitúa el coro, dispuesto en alto sobre tres arcos apuntados y dos pilares que articulan el sotacoro en tres tramos cubiertos por bóvedas de crucería. En el sotacoro, en el muro hastial, se abren tres ventanas abocinadas de arco apuntado trilobuladas, mientras que en el coro se abren sendas ventanas de arco apuntado enmarcando un óculo central.

Al igual que el resto de la nave, coro y sotacoro presentan una rica decoración escultórica, en gran parte deudora de la que figura en el claustro catedralicio de Pamplona. Así, en el primero el pretil se articula por medio de un bello antepecho de piedra con tracería muy moldurada de cuadrilóbulos que inscriben trilóbulos, y sobre él sendos ángeles ceroferarios a modo de atriles. En las claves se sitúan un greenman, el Agnus Dei, y el águila de san Juan, mientras que en las cestas y capiteles de los pilares y pilastras se disponen elementos vegetales, figuras humanas y animales fantásticos, entre ellos sendas escenas de la vida de Sansón.

En el coro se ubica una rica sillería rococó de madera realizada en 1774 por Juan Antonio Bescansa y Manuel Martínez de Ontañón, según traza de Juan Angós. Se articula por medio de 23 asientos que en sus respaldos inscriben temas marianos, entre los que podemos ver la Asunción, el colegio apostólico presidido por la Virgen, la Transfiguración, la Piedad, las Bodas de Caná, la Huida a Egipto, Jesús entre los Doctores, la Dolorosa, la Soledad, la Ascensión, Pentecostés y la Coronación de la Virgen.