Ramillete de Nuestra Señora de Codés

Escrito por el presbítero beneficiado de Viana Juan de Amiax, el Ramillete de Nuestra Señora de Codés fue publicado en Pamplona en 1608 en la imprenta de Carlos Labayen. Este volumen en cuarto, de 384 páginas, con portada a dos tintas e ilustraciones xilográficas, sirvió durante los siglos XVII y XVIII para extender y propagar la devoción a la Virgen de Codés.

La revitalización del santuario tras la crisis decimonónica trajo consigo nuevas ediciones del libro, adaptando ahora su contenido a unas mentalidades alejadas del maravillosismo barroco. De este modo, de la mano del carmelita fray Eusebio de la Asunción, en 1905 veía la luz en Corella, en el taller de Manuel Gil, Historia de Nuestra Señora de Codés, escrita por D. Juan de Amiax, prebendado de Viana y arreglada para la nueva edición por el Rvd. P. Fr. Eusebio de la Asunción, y en 1933 el sacerdote de Torralba Fernando Bujanda editaba en la imprenta logroñesa de Gumersindo Cerezo Historia del Santuario de Codés. I. Ramillete de Ntra. Sra. de Codés.

De la obra de Amiax bebieron autores posteriores como el padre jesuita Juan de Villafañe, rector del Real Colegio de Salamanca y provincial de Castilla la Vieja, en su obra Compendio Histórico en que se da noticia de las milagrosas, y devotas imagenes de la Reyna de Cielos, y Tierra, María Santissima, que se veneran en los más celebres santuarios de Hespaña, publicada en Salamanca en 1726 (con reedición en Madrid en 1940). De las ochenta y cuatro advocaciones marianas más relevantes del país, refería para Navarra cuatro: Nuestra Señora de Roncesvalles, la Virgen del Sagrario de la catedral pamplonesa, Nuestra Señora de Ujué y la de Codés. Las tres primeras eran imágenes de gran devoción en el reino desde la Edad Media, tal y como demostraron los monarcas navarros. Sin embargo, no hay constancia de que por las mismas fechas la Virgen de Codés gozara de tanta fama. Posiblemente Villafañe la recogió porque durante los siglos del Barroco, momento en que escribió su obra, el fervor hacia ella era muy patente no solo entre los navarros sino también en tierras aledañas riojanas y alavesas.