Los retablos colaterales

Flanqueando la capilla mayor se sitúan dos retablos gemelos que fueron realizados por Bartolomé Calvo en 1654. Se terminaron de pagar un año más tarde. Están dedicados a san Pedro, en el lado del Evangelio, y a san Antón en el lado de la Epístola. Constan de pedestal, un único cuerpo con caja central flanqueada por columnas pareadas corintias, y un ático de remate coronado por frontón semicircular. Los pinjantes, racimos de frutos, guirnaldas, roleos carnosos, gallones y frontones partidos avolutados nos conducen ya definitivamente al Barroco, aunque todavía de tintes clasicistas. Destaca en ellos la policromía original de su mazonería.

El retablo de San Pedro acoge en el banco la escena en relieve de la Entrega de las llaves entre parejas de apóstoles y santos. En el cuerpo se sitúa la imagen del titular. De cabellos y barbas muy trabajadas, porta llaves en su mano diestra y un libro en la siniestra. Viste túnica y manto con una bonita policromía original dorada, estofada y con detalles a punta de pincel en tonos verdes y ocres. En el ático un relieve narra su martirio en una composición muy barroca, donde la cruz se dispone diagonalmente entre diversos personajes.

Por su parte, el de San Antón presenta en el banco varias escenas relativas a la vida del santo, como su martirio, la muerte de san Pablo ermitaño, o algunas tentaciones, nuevamente entre santos y apóstoles. El titular es una bella escultura de un anciano, con rostro de largas barbas que viste hábito blanco y escapulario y capa con esclavina y capucha castaño oscuro, con detalles dorados en la policromía. Porta libro y cayado y se acompaña con un cerdito a sus pies. Completa el conjunto un relieve de san Antón tentado por los demonios en el ático.