Convento e iglesia “La Milagrosa” de Padres Paúles

Proyecto: agosto 1928

Inauguración: 19 julio 1930

Ubicación: Avda. Zaragoza, 53 / C. Gayarre

La presencia en Pamplona de la Congregación de los PP. Paúles, fundada por san Vicente de Paúl, se remonta a 1915, ocupando desde 1922 una casa en la plazuela de San José. Será en 1927 cuando el superior P. Pedro Caminos promueva la construcción de un nuevo edificio, incluyendo un gran templo dedicado a la Milagrosa. Ubicado en un terreno por aquel entonces extramuros de la ciudad, adquiere entidad urbana al situarse junto a la carretera de Zaragoza y Madrid, una de las principales vías de acceso a la capital, asomándose a la plaza de los Fueros y enfrentado a la Casa de Misericordia.

Al igual que esta y que el coetáneo Colegio de Escolapios, el convento e iglesia de los Paúles constituye otra de las obras cumbre de la arquitectura de Víctor Eusa, en la que se manifiesta con claridad la influencia de las corrientes europeas, especialmente de la holandesa y vienesa. Asimismo, la estructura no resulta ajena a algunos proyectos firmados por el arquitecto francés Auguste Perret.

La planta adquiere una forma de “T” invertida, con la iglesia ocupando una posición central y las dependencias colegiales y conventuales rodeándola por los tres lados opuestos a la fachada. La iglesia como centro de la composición consta al interior de una sola nave, en la que se manifiesta la maestría del arquitecto pamplonés en el diseño de los arcos parabólicos y la iluminación cenital para crear un espacio de gran interés y evidente modernidad ajena al historicismo, si bien comparte con el Gótico su marcado impulso ascensional. Domina en este interior el carácter geométrico mediante el empleo de líneas rectas y la descomposición de los elementos curvos como los arcos góticos en líneas quebradas, con una marcada continuidad entre elementos estructurales y decorativos.

Al exterior, la fachada asume entidad urbana al asomarse a la vecina plaza de los Fueros. Para lograr un efecto de monumentalidad, se unifican las fachadas de la iglesia y de las dependencias conventuales dispuestas a ambos lados, alcanzando una escala mayor del conjunto. Eusa despliega así una fachada escenográfica superpuesta al cuerpo edificado, en una disposición que encuentra antecedentes en arquitectos como el danés Peder Jensen-Klint y su iglesia de Grundtvig de Copenhague, levantada entre 1921 y 1926. En su parte central, correspondiente a la iglesia, concentra todos los recursos expresivos al hacer acto de presencia la verticalidad a través de la aguja central que intensifica su carácter ascensional, con la imagen de la Virgen Milagrosa (procedente de talleres barceloneses) en el coronamiento del edificio, como si de un faro devocional a la entrada a la ciudad se tratase. El valor icónico se tornó real al pasar a conocerse el vecino “barrio del Mochuelo” como “barrio de La Milagrosa”.