Basílica de San Ignacio de Loyola
Por Ricardo Fernández Gracia
Construcción
PRIMERA ETAPA: octubre de 1668 / febrero de 1672
Pedro de Azpíroz trabaja con su cuadrilla y superintendente el padre Gaspar López Azpíroz, el mejor cantero del momento, que hizo la fachada de los Carmelitas entre 1667 y 1670. Era muy devoto de san Ignacio, testó en 1697 y dejó una capellanía en la basílica, perdonando deudas. La fachada completa es de ese momento. El montante de gastos ascendió, en la primera etapa, hasta 1672, a 29.653 reales.
INTERRUPCIÓN DE LAS OBRAS
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Por falta de dinero
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Excesivos gastos en los cimientos (antes fosos de relleno)
SEGUNDA FASE: junio de 1692 / marzo de 1693
Los gastos de la conclusión del edificio, entre junio de 1692 y marzo de 1693, ascendieron a 4.469 reales. Las obras estuvieron a cargo del cantero Francisco de Iztueta, que firmó compromiso con el padre Alesón. Supervisó la construcción el hermano Diego Castellanos, levantándose la fábrica desde la cornisa.
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