Monasterio de Tulebras
Templo
La iglesia de Santa María de la Caridad de Tulebras fue levantada a finales del siglo XII, siendo la única evidencia que ha llegado hasta nuestros días, debido a las numerosas mejoras que se han llevado a cabo en distintas épocas. De las estancias medievales solo se conserva el aspecto general de la planta. El templo se concibe como una única nave larga y estrecha, de eje desviado en los últimos tramos a la que se adosa una cabecera semicircular. Cada uno de los cinco tramos queda marcado por pilastras que recorren los muros laterales a los que se adosan medias columnas suspendidas, columnas que no llegan a apoyarse directamente al suelo sino que se interrumpen a media altura. Los capiteles de tradición cisterciense son lisos o de hojas y palmetas esquemáticas con piñas.
El ábside es semicircular y en él se abren tres ventanas abocinadas de medio punto, con doble arco, al exterior sobre columnillas de capiteles decorados por flora cisterciense a excepción de uno de ellos que presenta motivos de cestería. Otras ventanas se abren en los muros del templo y finalmente en el muro de los pies un rosetón moldurado. Recorre la iglesia en todo su perímetro una cornisa interrumpida tan sólo por las ventanas. Las reformas realizadas tanto del templo como de la cubierta, claustro y sala capitular se deben al arquitecto Pedro Vergés.
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